Si hay una firma que ha conseguido asociar su nombre al de la alta escritura gracias a la calidad y popularidad de sus productos, es Parker. Recorremos su legado, forjado sobre sus modelos más emblemáticos.
Cómo no podía ser de otra forma, en su historia más que centenaria, la firma Parker ha sufrido múltiples vaivenes. Una trayectoria que partiendo de un éxito fulgurante a comienzos del siglo XX se ha visto sometida a desafíos crecientes ante la diversidad de competidores y los cambios en los gustos de los consumidores.
En este artículo nos centraremos en los momentos cumbre de la marca de la flecha, aquellos que propiciaron avances decisivos en el mundo de la escritura, especialmente en el sector de las estilográficas – en el que durante décadas fue el primer exponente -, y que se concretaron en los modelos que han jalonado de éxitos su trayectoria, muchos de los cuales aún siguen en producción.
la fundación de la compañia
Todo comienza en Wisconsin, donde George Safford Parker, un hábil emprendedor, empieza a “mejorar” plumas existentes mediante sencillas operaciones para conseguir vender productos más prácticos que los que ofrecía el mercado. Y es que las plumas de la época adolecían, sobre todo, de un flujo de la tinta continuo, uniforme y sin fugas.
Pronto se decidió a fabricar sus propias plumas aprovechando los aprendizajes que había adquirido en el estudio de su funcionamiento. En 1888 se creaba la Parker Pen Company y las capacidades innovadoras de su fundador no tardaron en dar frutos.
ALIMENTADOR LUCKY CURVE: ADIÓS A LAS FUGAS
El primer gran hito de la compañía llega al poco tiempo: en 1894 patenta el alimentador con «Curvatura Mágica» (o afortunada: Lucky Curve), que permite drenar de vuelta al deposito la tinta sobrante mediante capilaridad. De esta forma prevenía las pérdidas accidentales de tinta, posibilitando al tiempo un uso más prolongado y continuo de la pluma.
Gracias a esta innovación Parker se convierte en uno de los referentes en el sector de la fabricación de estilográficas.
“LA PLUMA DE TRINCHERA”: CRECER EN TIEMPO DE GUERRA
Otro de los grandes golpes de efecto de la marca de Wisconsin se produce durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Su posición se ve fortalecida gracias a la invención, con el subsiguiente y lucrativo contrato con el ministerio de defensa estadounidense, de la “pluma de trinchera”: ésta, en vez de llevar tinta líquida, lo que era menos práctico en las duras condiciones que se vivía en el frente, incorporaba gránulos de tintura en el barril que, cuando surgiese un momento propicio para la escritura, se podían convertir fácilmente en tinta con un pequeño aporte de agua.
PARKER DUOFOLD: EL TOPE DE GAMA
La ambición de la firma por escribir la historia del arte de la escritura no se detiene. A los pocos años de terminada la guerra (1921), aparece uno de sus modelos más emblemáticos: la “Duofold”, alias “Big Red” o Gran Roja, llamada así por el llamativo color naranja de sus primeras versiones.
Este diseño reflejaba el espíritu de los exhuberantes años 20: grande, atrevida y sin complejos. Una pluma de lujo para una época de excesos, que en adelante quedará definitivamente asociada con el segmento más selecto de la firma.
En los siguientes años se van introduciendo diferentes acabados: Verde Jade, Amarillo Mandarin, Azul Lapislázuli y Perla & Negro.
En 1988, coincidiendo con el 100 aniversario de la firma, se produjo un relanzamiento de este emblemático modelo: la Duofold Centennial.
CLIP DE LA FLECHA: SEÑA DE IDENTIDAD
Introducido por primera vez con el modelo Vacumático en 1933, simboliza la actitud pionera y dinámica de la familia Parker, así como su gusto por las tecnologías y medios de transporte asociados a la modernidad.
En 1957 se convirtió en el emblema de la marca, situación de privilegio que ha mantenido hasta la actualidad.
Como muchos otros logos y emblemas, su diseño y mensaje ha ido variando con los años. Se han modificado el número de “plumas” de la flecha, se han usado modelos más simples o más elaborados para señalar las distintas gamas de productos, etc.
PARKER 51: LA EDAD DE ORO
Desarrollada a finales de la década de los 30 y lanzada coincidiendo con el 51 aniversario de la firma (1941), aparece este auténtico icono tanto de la firma, como de la modernidad hacia la que apuntaban sus materiales, mecanismos y formas innovadoras, como contamos en detalle en este artículo sobre la historia de la Parker 51.
Estamos ante la pluma más vendida e imitada de la historia, que basó su éxito en el innovador perfil asociado a su sofisticado plumín carenado, unido a unos sistemas de alimentación complejos pero elegantes: vacumático (en un primer momento) y aerométrico.
Tras un intento de reedición en 2002 con resultados no del todo exitosos, en 2021 se produjo un nuevo relanzamiento (tenemos disponible un análisis más detallado de la nueva Parker 51). Aunque su diseño no reunía todos los requerimientos que proponían los seguidores más puristas, llamó la atención de muchos nuevo aficionados a la estilográfica con su combinación de diseño clásico y materiales-formato moderno.
JOTTER: EL BOLÍGRAFO
En la década de los 40, tras los avances en su funcionalidad ideados por el húngaro Biró, el bolígrafo se populariza rápidamente en EEUU, pudiéndose hablar de un auténtico boom en el que cientos de fabricantes se lanzan a una producción masiva para satisfacer una demanda que parecía no tener fin.
Por su parte Parker, que siempre se consideró principalmente un fabricante de plumas, miraba con recelo al recién llegado.
Además, la compañía se encontraba justamente en la cúspide de su prestigio con el glamour – y las ventas – que le otorgaban la Parker 51, por lo que no se dejó llevar por la efervescencia inicial de la fabricación masiva de bolígrafos.
En todo caso, la burbuja pronto decayó a causa de una producción desmedida que inevitablemente llevaba asociada unos estándares de calidad muy bajos, lo que hizo que el gran público se decepcionase con el nuevo producto.
No obstante, Parker no había estado perdiendo el tiempo, y mientas otros se habían lanzado a fabricar sin apenas preparación, la compañía había estado trabajando lentamente en el diseño de un bolígrafo realmente confiable que presento al mundo en 1954: el Jotter.
El bolígrafo de Parker superaba al resto de actores del mercado en múltiples aspectos: su mecanismo de accionamiento era confiable, el deposito era fácilmente recambiable, tenía larga duración y disponía de diferentes tamaños de trazo.
Desde el primer momento se convirtió en un éxito, aunque no tardó en verse eclipsado por el simple y económico bolígrafo Bic.
VECTOR: LA CONQUISTA DE LA GAMA DE ENTRADA
La gama Vector surge inicialmente en formato rollerball. Aunque ya se había ideado este tipo de instrumento de escritura por Pentel en los años 60, Parker, en su afán por asimilar su uso lo más posible al de la escritura con pluma, diseñó un híbrido entre bolígrafo y estilográfica: el RB1, lanzado en 1981.
Este desarrollo tenía un depósito con tinta líquida que se suministraba a través de un alimentador acanalado. La tinta llegaba a la punta donde una pequeña esfera metálica actuaba como interruptor para permitir (al presionar) o sellar (al dejar de hacerlo) el paso de la tinta. El formato exterior era por contra muy sencillo, sin apenas adornos. Pura funcionalidad.
Con el paso de los años y dado que la compañía vivía épocas de desafíos para adaptarse a los cambios del mercado, decidieron entrar a competir en la gama de entrada del sector de la estilográfica – rango que habían abandonado décadas atrás – ampliando la línea recién desarrollada al resto de instrumentos de escritura.
Se producen pequeños cambios en la relación de longitud entre el barril y la tapa, pasando a denominarse esta línea – hasta ahora sin nombre – como Vector (1986). Aparecen así la pluma y el bolígrafo Vector, instrumentos sencillos y económicos pero con un cuidado diseño y materiales resistentes que favorecen su durabilidad.
Sigue siendo una de las líneas más demandadas y valoradas. Tanto las veteranas de los 80-90, ejemplos de buen hacer y resistencia, como las últimas versiones: Vector XL.
SONNET: UN CLÁSICO ACTUAL
Los años 70 y 80 fueron de franco retroceso para el mercado de estilográficas. Aun así, modelos como la Parker 75 mantenían buenos volúmenes de ventas.
Antes de que se agotase esa tendencia, ya en los 90, se decidió introducir cambios en la gama alta del catálogo, pues tanto la exitosa 75 como la lujosa Premiere llevaban varios años en el mercado.
El nuevo diseño, la Parker Sonnet, se concibió como un reflejo de más puro y clásico espíritu Parker, siguiendo en buena parte la estela de la Parker 75. Líneas atemporales con una bien proporcionada silueta en forma de habano y un plumín de oro de generoso tamaño.
Se lanzó en 1994, asociándose con la estrategia de proporcionar un abanico de acabados y precios diversos que le permitiese adaptarse a una variedad de públicos. Así, en su tirada inicial se presentaron 18 versiones.
EVOLUCIÓN DE LA MARCA
A día de hoy Parker continúa siendo una de las marcas punteras en el mundo de la escritura. Su inconfundible clip en forma de flecha (imitado hasta la saciedad) es reconocido y apreciado allá donde se ve.
Tras sus inicios en EEUU, Parker se acabó convirtiendo en una marca global con empresas subsidiarias en varios países (UK, Canada o Argentina). Durante décadas tuvo su sede central en Inglaterra, hasta 1993, año en que la empresa fue vendida a Gillette, produciéndose una deslocalización del entramado empresarial.
Una nueva venta, esta vez a Newel Brads en el 2000, propició que las operaciones se acabasen centralizando en Nantes, Francia, situación que se mantiene a día de hoy.
Una historia de innovaciones y reinvenciones que demuestra lo difícil que es mantenerse durante tantas décadas en los puestos más relevantes en cuanto a valoración de los usuarios y cuota de mercado.
Nuestros reconocimiento a una marca centenaria y legendaria que, seguramente, se ha dejado mucho de su esencia en el camino, pero que con sus aciertos y sus errores sigue haciendo historia en el mundo de los artículos de escritura.
Esperamos que hayas disfrutado de esta nueva entrada y sigamos viéndonos por estas páginas.
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Paola Hernández says
Me gusta esta pequeña reseña de Parker
admin says
Estupendo Paola, creo que como breve introducción, funciona.
Son artículos de escritura excelente, yo trabajé para la marca como demoedecan varios años, las súper recomiendo, tengo algunas, incluso hoy en día cuando busco un buen regalo compro plumas Parker
Una marca con un prestigio indisoluble, a pesar de que la calidad de sus últimos modelos encuentren no poco detractores. ¡Un saludo!
Lo que yo veo últimamente, es que se están haciendo muchas copias falsas de esta prestigiosa marca, lo que conlleva a mucha confusión, pues las copias cada vez son más inapreciables en modelos como la Sonnet.
Felicitaciones por esta nueva e interesante entrada.