Estamos familiarizados con la taquigrafía gracias al cine y la televisión, donde vemos a sus esforzados profesionales absortos en el titánico trabajo de transcribir conversaciones en tiempo real. Por otro lado tenemos la impresión de que es una labor en franca retirada en un mundo dominado por los avances tecnológicos que van facilitando/arrinconando el trabajo manual. Veamos que hay de cierto en todo ello:
QUÉ ES LA TAQUIGRAFÍA
El término taquigrafía engloba todo sistema de escritura rápida que tiene como objetivo transcribir información hablada.
Lleva practicándose por milenios, existiendo las primeras pruebas documentales de su uso en la Grecia clásica, de hecho el término proviene de las raíces griegas taxos (‘rapidez’) y grafos (‘escritura’),
Hablando explícitamente de taquigrafía escrita a mano, diferenciándola de la que usa máquinas de escribir especiales (estenotipia), podemos empezar señalando que existen diversos sistemas o métodos.
Los más relevantes se basan en priorizar el registro de los sonidos (fonemas) por encima de la grafía tradicional. Además usan diversas estrategias para reducir al máximo el número de caracteres necesarios transcribir la información (se usan palabras simplificadas denominadas gramalogos), logrando alcanzar velocidades de escritura superiores a 200 palabras por minuto en taquígrafos profesionales.
Aunque existe una serie de reglas estandarizadas para cada método, lo normal es que cada taquígrafo acabe adaptándolas a sus necesidades y preferencias, de forma que es difícil que el trabajo de un taquígrafo pueda ser traducido por otra persona
Es importante señalar que, aunque el aprendizaje de los métodos es relativamente sencillo, la complicación reside en usarlos a la velocidad necesaria para la transcripción del lenguaje hablado, umbral al que no todos los estudiantes de la disciplina alcanzan, lo que incapacita su uso profesional.
SISTEMAS DE TAQUIGRAFÍA
Profundizando en los métodos de taquigrafía, los más difundidos son el Pitman y el Gregg, que han probado su versatilidad al traducirse a multitud de idiomas y que permiten desarrollar velocidades de transcripción superiores a 200 palabras por minuto.
Ambos sistemas están basados en la notación fonética aunque la forma de reducir al máximo los trazos para el registro del mensaje varían.
Taquigrafía Pitman
Basándose en el ya existente sistema Taylor y otras reglas que se encontraban diseminadas en distintos métodos, Isaac Pitman publicó en 1837 su sistema.
Éste usa los renglones de la hoja como herramienta para facilitar la anotación: según la posición respecto a estos, el trazo registra un sonido u otro. También usa la regla de escribir pares de consonantes representadas por el mismo trazo pero con diferencia en el grosor. Las vocales se representan con puntos, comas y guiones de trazo variable.
Taquigrafía Gregg
El irlandés John R. Gregg presenta su método en 1893 en Estados Unidos, logrando una gran difusión, de hecho es el sistema más popular en ese país, contando también con una gran implantación en América Latina.
Este sistema se basa en el uso de formas elípticas con distintas combinaciones de líneas. La escritura es básicamente horizontal usando diferentes tamaños para distinguir letras. Así, en este método no encontramos diferencia en el grosor del trazo para distinguir los sonidos, sino una diferencia relativa de los mismos.
Con el tiempo se han ido realizando diversas modificaciones buscando una mejor adaptación al lenguaje actual y una mayor agilidad.
Taquigrafías Garriga y Martí
El método publicado en 1864 por el religioso español Pedro Garriga ha sido, junto con el desarrollado por Martí, el más utilizado en España por su especial adaptación a nuestra lengua.
PARA QUÉ SE USA LA TAQUIGRAFÍA
Tradicionalmente se ha empleado de manera profesional en procedimientos administrativos con una fuerte carga discursiva, como juicios o debates parlamentarios, así como en ámbitos privados como reuniones de juntas y órganos directivos, entrevistas y recopilación de información en ámbitos periodísticos, etc.
Ha habido lugares y épocas en las que los sistemas taquigráficos se cursaban en el sistema educativo lo que facilitaba su uso para fines personales, como la toma de apuntes, las anotaciones rápidas, etc.
¿SE SIGUE USANDO LA TAQUIGRAFÍA?
Lo cierto es que con el desarrollo de nuevas tecnologías digitales, grabación por voz, etc., su uso se ha visto cada más limitado a ciertos nichos del mundo administrativo (sesiones parlamentarias de las Cortes Generales y autonómicas), desapareciendo prácticamente del ámbito legal y de negocios.
No obstante, la labor de precisión del taquígrafo atendiendo a convenciones culturales del lenguaje, entendiendo y registrando el verdadero mensaje del interlocutor, transcribiendo situaciones complejas como discusiones o la presencia de múltiples interlocutores, la acogida en tiempo real del discurso incluso mediante lenguaje no verbal…, es muy difícil de suplir.
CÓMO APRENDER Y USAR TAQUIGRAFÍA
Si estás interesado/a en iniciarte esta técnica de escritura, puedes utilizar el siguiente listado como guía de trabajo:
1 – En primer lugar debes informarte en más profundidad de los métodos disponibles y escoger el que vayas a utilizar.
2- Reúne información y tutoriales que permitan el aprendizaje (abundan en medio digitales como Youtube).
3- Prepara el material: papel o libreta y bolígrafos adecuados, puedes elegir entre nuestra selección de bolígrafos para escribir o quizás encuentres una mayor motivación usando bolígrafos personalizados.
4- Avanza paso a paso y repite metódicamente cada trazo, posición y símbolo, desde las letras-fonemas hasta las palabras y frases.
5- Sé constante con la práctica hasta llegar a asegurar las bases del sistema.
6- Una vez logrado el punto anterior pasa a la transcripción de breves discursos al tiempo que se va aumentando el ritmo de transcripción.
7- Al tiempo hay que practicar la traducción a texto ordinario. Esto se debe hacer lo más rápido posible para no olvidar el significado completo de las notas.
CONCLUSIÓN
Como hemos visto, la taquigrafía se ve abocada al mismo futuro incierto que otras técnicas analógicas: la amenaza de la que parece una imbatible ola de avances digitales.
No obstante, conocer y valorar la importancia de su legado, el alcance de las capacidades de un taquígrafo profesional, así como la variedad de mecanismos y métodos que se usan en esta disciplina, puede enriquecer nuestra cultura y habilidades escritoras.
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