No es raro encontrar aficionados a la escritura con pluma preguntándose cuál es el papel suelto, o no encuadernado, más recomendable para escribir. Folios, resmas y recambios pueden ser un buen sustituto de los más vistosos (y caros) cuadernos y libretas que te acabarán tentando según vaya creciendo tu “adicción” por esta afición.
Lo cierto es que todos hemos usado este formato en diversas ocasiones, el cual tiene sus ventajas.
- Es sin duda la modalidad más económica.
- Cómoda de usar, se transporta y guarda en cualquier lugar.
- Las hojas sueltas son fácilmente archivables (o desechables).
Todo ello hacía que, en nuestra etapa pre estilográficas, fuesen una apuesta segura pero ¿es adecuado este tipo de papel para escribir con pluma? No hay una respuesta clara, pero sí intentaré dar luz al asunto para que elijas el soporte que más te convenga.
No existen folios o recambios adaptados a la escritura con pluma

El papel no encuadernado está diseñado para otras finalidades, así de simple. Está enfocado a diversos usos y herramientas (fotocopias, escritura con bolígrafo) pero no a lidiar con la tinta acuosa de una pluma.
Me parece un punto básico que muchas veces pasamos por alto y que, como veremos, conlleva ciertas implicaciones a tener en cuenta.
Dicho lo cual, este tipo de papel puede ser apropiado en función de cual sean nuestras prioridades:
¿Qué resultados queremos obtener?
No todos los usuarios de pluma tienen ni las mismas exigencias, necesidades o expectativas. Es lo bueno de una herramienta tan versátil como esta, que puede ser usada en multitud de situaciones y producir los resultados más diversos en combinación con la tinta y el papel elegidos.
Por tanto, no hay una recomendación general que sea válida para todos los escenarios, aunque si existen ciertas pautas que te pueden ayudar para, al menos, saber qué resultado puedes esperar.
Situaciones en las que es recomendable usar papel suelto
Veamos ahora ocasiones en las que el uso de papel no encuadernado puede dar un resultado óptimo:
- Usuarios que prioricen cualidades como la rapidez de secado, la opacidad (para posibilitar la escritura por ambas caras) o las facilidades que otorga el formato: archivado, flexibilidad, economía de uso.
- Escritores de grandes volúmenes de texto, normalmente resultado de la toma de apuntes o de algún trabajo creativo, cuya motivación a la hora de utilizar su pluma sea manejar un instrumento que resulte cómodo y ágil, obteniendo unos escritos correctos y legibles, pero sin necesitar la excelencia.
- Aficionados que utilicen habitualmente puntos finos o plumas secas, que hacen casi imperceptible el principal problema que presentan estos papeles; la capilaridad o dispersión del trazo, que hace que éste pierda definición.
Situaciones en las que es recomendable usar papel específico para pluma
Otra forma de acercarse a la escritura con estilográfica, quizás pensando menos en la practicidad, más pausada, es valorando especialmente la parte estética de esta afición. Aquella que considera la pluma como un instrumento especializado, capaz de producir trabajos de gran belleza y precisión.
Así, para ciertos escritos pueden primar estas motivaciones sobre las vistas en el punto anterior:
- Escritos personales, donde la expresividad, el detalle y el espacio sean las principales preocupaciones.
- Práctica de caligrafía, pues trabajar en una versión perfeccionada de nuestra letra bien merece los mejores acabados.
- Redacción de cartas o notas de agradecimiento, siendo una forma de aumentar el valor tanto de lo escrito como de lo enviado.
En estas situaciones la experiencia de escritura mejorará notablemente eligiendo papeles específicos para escribir con pluma, los cuales suelen ser presentarse encuadernados, son más finos y se fabrican con cualidades especiales que impiden en buena parte la absorción de la tinta por el papel, la principal causa de la distorsión de los trazos.
Antes de continuar, solo recordarte que tienes a tu disposición una Guía donde puedes encontrar más información sobre el mundo de los papeles.
También puedes acceder a artículos donde se tratan otros formatos, como la selección de libretas para escribir con pluma.
Tipos de papel no encuadernado
Aunque es cierto que no vamos a encontrar un papel suelto/folio (de fácil acceso) idóneo para escribir con pluma, hay que matizar hablando de al menos dos categorías:
Papel de propósito general (para impresión digital)
Parece evidente que un papel que no se ha creado no ya para escribir con pluma, sino ni tan siquiera para escribir a mano, no puede convertirse en el ideal para su uso con estilográfica aunque, como ya he dicho, puede ser suficiente y aceptable. Hablamos de papeles fabricados para su uso con impresora y, por tanto, a reaccionar bien ante una tinta de composición muy diferente a la de las plumas.
No obstante un número considerable de aficionados a las plumas se muestran muy satisfechos con el uso de papeles como HP ColorChoice, Clairefontaine DCP o Navigator 90 g. Nos encontramos aquí con un producto económico, accesible, del que podemos esperar un secado rápido y ausencia problemas de traspaso de la tinta. Por contra, presentarán las carencias ya señaladas a la hora de mostrar las características más refinadas de la escritura con pluma, como el sombreado o un trazo perfilado.

recambios de escritura
Aquí pasamos a un soporte más apropiado nuestra pluma; recambios para archivadores y cuadernos que, al menos, son papeles pensados para la escritura manual.
No obstante, su objetivo primario son los ballpoints, los bolígrafos tradicionales que han monopolizado la práctica de la escritura hasta hace unos años en que los rollerballs y las plumas comenzaron a robarles cuota de mercado. Por lo tanto, de nuevo nos encontramos con un producto preparado para soportar otro tipo de tintas.
Resumiendo, de nuevo tenemos papeles enfocados a la resistencia y el secado rápido. Presentarán las mismas ventajas que los anteriores y defectos similares, aunque más atenuados: la superficie tiende a ser más satinada, lo que permite resaltar el color y sombreado de la tinta, pero aun así se apreciará cierto efecto de ramificación o dispersión del trazo.
En esta categoría, el papel más valorado es el Oxford Optik, que realza los colores, presenta un gran comportamiento global, es económico y ampliamente distribuido.
Conclusión
El uso de este formato dependerá pues, del punto en que nos encontremos dentro de la siguiente gradación: alto volumen de escritura y acabado suficientemente bueno frente a escritura más personal y búsqueda del mejor acabado posible.
Todos tenemos diversas necesidades a lo largo del tiempo e incluso nuestros gustos van modificándose, por lo que no es mi intención demonizar ningún tipo de papel.
El objetivo fundamental de este artículo es profundizar en lo que nos ofrece este formato específico, pues a veces caemos en la tentación de considerar los papeles como un accesorio más o menos intrascendente, de forma que podemos llegar a considerar imprescindible usar una estupenda y cara pluma, pero nos resistimos a emplear un papel de alta calidad, pensando que su influencia en la escritura es residual.
En este punto soy de la opinión de que se puede disfrutar más de la escritura con una pluma económica, acompañada por una bella tinta y un papel de calidad, que “desaprovechando” una pluma de lujo usándola con un papel que estropee sus capacidades.
Espero tus impresiones, ¡cuéntame tus combinaciones favoritas de pluma, tinta y papel!
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