¿Qué es una novela y por qué es tan popular?, ¿cuántas clases podemos encontrar? Repasamos las claves del género literario por excelencia.
Sin duda, el término novela es casi el equivalente de libro para muchos lectores ya que debido a su ingente variedad, a la profundidad de sus tramas y a su extraordinaria capacidad para entretener, enseñar y emocionar se ha convertido en el género (o subgénero como veremos) más popular.
Y es que a diferencia de otras modalidades de literatura, la novela permite presentar las vivencias humanas de forma directa. En sus páginas se van sucediendo las experiencias y sentimientos únicos de cada personaje, permitiéndonos ser testigos de la evolución vital que sufre consecuencia de ellas.
Así, a través de estas obras los autores logran transmitir lo supone la experiencia vital, la comprensión del mundo, en cierta época histórica.
QUÉ ES UNA NOVELA
Veamos ahora ciertas características que perfilan mejor lo que entendemos por novela:
1. – Clasificación: es un subgénero dentro del género narrativo.
2. – Ficción: esté basada o no en hechos reales, la ficción surgida de la imaginación del autor lo impregna todo. De hecho, éste es el elemento crucial que convierte un texto en literatura.
3. – Escrita en prosa: liberada de la preocupación formal de la poesía.
4. – Extensión y complejidad: la narrativa se desarrolla con una considerable extensión. Suele albergar diferentes personajes, puntos de vista, ambientes, escenarios y dimensiones temporales.
Historia
La novela entendida como relato extenso de ficción, escrito en prosa, que narra historias de temática mundana, da sus primeros pasos en el mundo grecolatino en torno al cambio de era. Así, en el s. I se tiene constancia de las primeras obras literarias escritas en prosa, como El Satiricón de Petronio o El asno de oro, obra maestra y germen de la novela picaresca escrita por Apuleyo en el s. II.
Con anterioridad los grandes relatos se escribían o recitaban en verso y solían tener una temática mitológica/religiosa, siendo sus primeros representantes los grandes poemas épicos de las civilizaciones orientales como El Poema de Gilgamesh, seguidos por las inolvidables obras fundacionales de la literatura occidental: La Iliada y La Odisea.
Debido al retroceso cultural producido en Occidente tras la caída del Imperio romano y a que toda la cultura se circunscribe al ámbito religioso, se produce un salto de varios siglos hasta que veamos el resurgir, ya más bien consolidación, de este importante subgénero narrativo en Europa.
No obstante, en un escenario muy alejado, el Japón feudal, la poetisa Murasaki Shikibu escribe en el s. XI una de las obras cumbre de la literatura de su país; La historia de Genji, considerada como la primera novela romántica.
Finalmente, en una época en que confluyen Renacimiento, Humanismo e imprenta, se suceden las tentativas para explorar nuevas formas de expresión; aparece así la novela picaresca con el gran exponente del Lazarillo de Tormes, y las novelas de caballerías, precursoras inmediatas de lo que para muchos es considerada la primera novela moderna: el Quijote de Miguel del Cervantes, en el s. XVI.
¿Qué la convierte en moderna?; los personajes se humanizan, no tanto por la visión humorística de sus andanzas sino porque se los permite evolucionar, actuar como personajes de carne y hueso que fluctúan en sus ánimos y se ven afectados por sus vivencias.
La consolidación/popularización de la novela como se alcanza en el siglo XIX, merced a la concreción de sus rasgos más característicos y a su aceptación por un público lector mucho más amplio que en cualquier época precedente, coincidiendo con el auge del romanticismo y la extensión de la educación a capas más amplias de la población
géneros de novelas
Los géneros vienen a ser unos compartimentos en los que clasificamos obras con una temática, estructura o intención similar. Vemos a continuación los más reconocibles:
1. HISTÓRICA
Este género se caracteriza por desarrollarse en un ambiente y con unos personajes o eventos no ficticios, que sirven de armazón para la trama imaginaria. La narración debe estar ubicada temporalmente en una época alejada del presente y gran parte de su fuerza reside en la capacidad de transmitir el espíritu de la misma.
Se acepta que la novela histórica moderna surge en el XIX fruto de del idealismo nacionalista que se relaciona con el Romanticismo. Su primer gran representante fue Walter Scott y su célebre Ivanhoe (1819). En España destacan Los episodios nacionales de Galdós.
En cuanto a novelas históricas contemporáneas, podemos destacar la saga; El Clan del oso cavernario, de Jean M. Auel, ambientada en la prehistoria, Yo, Claudio, de Robert Graves, que retrata la agitada vida política de la Roma imperial, El puente de Alcántara, de Frank Baer, inspirada en la Iberia multicultural del s. XI, mientras que El nombre de la rosa, de Umberto Eco, nos traslada al oscuro y apasionante mundo de religión, monjes y herejías del s. XIV.
Un siglo más tarde está ambientada la igualmente magistral Q, de Luther Blisset, en la época tumultuosa de la aparición del protestantismo y las revueltas populares en la Europa central.
2. POLICIACA y NEGRA
En la novela policiaca el hilo argumental se centra en un policía (o asimilado) que debe resolver un crimen. La trama conlleva una acción de ritmo elevado que evoluciona al recorrer las distintas fases de la investigación; pruebas, interrogatorios o localización de sospechosos, las cuales son sometidas a las habilidades deductivas del protagonista para su resolución. Es habitual encontrar un giro final sorprendente.
La obra fundacional del género fue Los crímenes de la calle Morgue, escrita por E. Allan Poe a mediados del XIX, donde aparece el detective Auguste Dupin que serviría de inspiración a A. Conan Doyle para crear a su célebre Sherlock Holmes.
De época actual son buenos referentes: La novia gitana, de Carmen Mola, El coleccionista de huesos, de Jeffrey Deaver o Un mes con Montalbano, de Andrea Camilleri.
La novela negra es un subgénero de la policiaca donde el foco se aparta en buena medida de los protagonistas de ésta (policía y crimen) para centrarse en aspectos de la degradación social: violencia producida por sistemas corruptos donde el bien y el mal se confunden. Circunstancia que se extiende a los personajes, incluido el propio detective que muestra un perfil mucho más oscuro, arrastrado por la decadencia del entorno.
Ilustres representantes son El halcón maltes de Dashiell Hammett o El sueño eterno de Raymond Chandler. Más actual es la famosa saga Milenium de Stieg Larsson.
3. TERROR
Lo que busca una novela de terror es producir una sensación real de pánico en el lector. El principal recurso utilizado es una presencia amenazante, sobrenatural y por tanto desconocida. Así, la trama es impulsada por una dinámica de persecución y escape.
Este género tiene su origen en la novelas góticas del XIX, obras complejas donde se mezclan aventuras, postulados filosóficos acerca de la decadencia, lo inevitable de la muerte (o el terrible precio que hay que pagar por superarla) y la materialización de estas tormentosas realidades en seres fantásticos dotados de gran poder, como el Drácula de Bram Stoker o Frankenstein de Mary Shelley.
En cuanto al género de terror contemporáneo es imprescindible recordar a Stephen King (IT, La tienda, El cementerio de animales) o Lovecraft (La llamada de Cthulhu).
4. TRHILLER
Comparte con las anteriores la presencia de una amenaza constante que obliga al protagonista a una desesperada huida. No obstante, aquí la sensación que se busca es la de tensión sostenida en cotas muy altas, frente al pánico de las novelas de terror. Y es que que el antagonista no es desconocido o sobrenatural, de hecho son argumentos muy realistas en sus ambientaciones por lo que hasta cierto punto podemos racionalizar (y separar de nosotros) la historia.
Títulos imprescindibles del género son: La guerra de Hart, de John Katzenbach, El informe pelícano de J. Grisham, o el más cercano El club Dumas, de Pérez Reverte.
5. AVENTURAS
Con el principal fin de entretener, las modernas novelas de aventuras hunden sus raíces en la sucesión de trepidantes situaciones vividas por Ulises en La Odisea.
Nos encontramos que la trama principal gira en torno al periplo que realiza el protagonista, que sigue las pautas del viaje del héroe descrito por J. Campbell (salida-viaje-retorno), en el que éste superará situaciones peligrosas y malvados enemigos con el objeto de volver sano y salvo a casa habiendo llevado a cabo un proceso de crecimiento personal. El ritmo narrativo es alto y la tensión mantenida hasta llegar al clímax.
Este tipo de relato se revitaliza en la edad Media con los libros de caballerías, siendo la primera novela moderna de este género Robinson Crusoe, de Daniel Defoe (1719). Otros autores de la primera edad de oro de la novela de aventuras son Julio Verne (Miguel Strogoff, el correo del zar, La vuelta al mundo en 80 días, Viaje al centro de la tierra), R.L. Stevenson (La isla del Tesoro), Emilio Salgari (Los tigres de Mompracem) y Alejandro Dumas (El conde de Montecristo).
En cuanto a obras más contemporáneas podemos recomendar de nuevo la obra de Pérez Reverte y su saga del Capitán Alatriste, o El último catón de Matilde Asensi.
6. FANTáStica
En estas novelas, la realidad que se presenta y las leyes que la rigen son inventadas por el autor, no se corresponden con nuestro mundo. Su creación suele beber de fuentes míticas, mágicas y de épocas pasadas, como la Edad Media.
Es habitual que los personajes presenten grandes poderes y escenifiquen un conflicto entre el bien y el mal. En ocasiones se dan la mano el mundo real y el fantástico, al que se accede a través de portales.
Entre las grandes obras del género están: Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carrol, Peter Pan, de James Barry, El señor de los anillos de Tolkien o Harry Potter, de J. K. Rowling.
7. CIENCIA-FICCIÓN
Narración que se basa también en una realidad totalmente ficticia a la que humanidad podría llegar gracias a las posibilidades que ofrecen los desarrollos tecnológicos-científicos. Esta premisa otorga un sesgo de mayor credibilidad o posibilidad frente al género puramente fantástico.
Así, suelen estar ambientadas en el futuro, con avanzadas tecnologías que permiten los viajes espaciales, siendo habitual abarcar escenarios que engloban mundos o sistemas planetarios.
Este género surge al calor de la creciente importancia de la ciencia y la tecnología en nuestro mundo a partir de la revolución industrial. Los primeros grandes representantes del género son Julio Verne (20.000 leguas de viaje submarino) y H.G. Wells (La máquina del tiempo, La guerra de los mundos).
Pero es durante el siglo XX cuando realmente este tipo de relatos llega a su madurez gracias a escritores de la talla de Isaac Asimov (Fundación, Yo, Robot), Aldous Huxley (Un mundo feliz) y George Orwell (1984).
8 REALISTA y COSTUMBRISTA
Ampliamente comprometidas con el cambio social, las novelas realistas presentan la visión sobre su época de las clases sociales emergentes durante el XIX-XX. Muestran un retrato «ceñido» a la realidad política y social donde se intenta retratar las contradicciones e injusticias a través de unos protagonistas alejados de la heroicidad. Personas normales, con frecuencia atormentadas por sus contradicciones, que sufren las convulsiones de su tiempo. Destaca la importancia que se da a los personajes femeninos.
En Europa destacan novelistas de la talla de Balzac (La comedia humana), Dostoievski (Recuerdos de la casa de los muertos), Tolstoi (Anna Karenina) y Dickens con Oliver Twist.
En en ámbito nacional también hay grandes autores como Pérez Galdós; Fortunata y Jacinta, y Leopoldo Alas Clarín; La regenta.
Emparentadas con éstas, aunque con menores pretensiones en su compromiso social, están las novelas costumbristas. También inspiradas en la vida real de la época, su foco centra en escenarios más pequeños; en la vida cotidiana con sus aspectos pintorescos y populares que pasan de largo en otro tipo de obras.
9. Novela autobiográfica – biográfica
Relatos centrados en las vivencias de un personaje real. La trayectoria vital del escritor (caso de autobiografía) o de otras personas a las que ha conocido bien, se muestran mezcladas con ficción o al menos acompañadas de una gran carga de subjetividad.
Titulos emblemáticos son: Memorias de una joven formal, de Virgina Wolf, Vivir para contarla de Gabriel García Márquez, o la más reciente El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince.
17. Novela picaresca
Aquí el objetivo es retratar la sociedad desde una perspectiva alejada de los estándares, de las buenas costumbres y los consensos, de los personajes idealizados y heroicos. Los protagonistas son individuos marginales (locos, delincuentes, gente de malvivir), gracias a los que se realiza un análisis ácido/satírico y con más margen de maniobra de las características de la época
La novela picaresca fue especialmente importante en España. Surge con fuerza en el contradictorio Siglo de Oro con El lazarillo de Tormes y La vida del Buscón, de Quevedo. Incluso el Quijote se podría considerar una mezcla entre este género y el que veremos a continuación, la novela satírica.
También se realizaron obras siguiendo su estela en otros países, como Las aventuras de Huckleberry Finn de Mark Twain
18. Novela satírica
Con diferentes ambientaciones, el objeto de estas obras es ridiculizar ciertos elementos nocivos, individuales o colectivos, con el fin de prevenir contra ellos (fin moralizante) y contribuir a mejorar la sociedad.
Hay grandes obras que caben bajo este epígrafe como Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift, Rebelión en la granja, de George Orwell y la comteporánea Superviviente, de Chuck Palahniuk.
19. Novela romántica
En este tipo de novelas, el eje sobre el que gira la narración es una relación amorosa, las dificultades que encuentra por concretarse, los antihéroes que intentan impedirla y su cristalización final. El ambiente está cargado de deseo no satisfecho y profundas emociones.
Grandes novelas englobadas en este género son: Cumbres borrascosas, de Emily Brontë, El doctor Zhivago de Boris Pasternak, Los puentes de Madison de Robert James Waller y El amor en los tiempos de cólera de Gabriel García Márquez.
20. La novela erótica
En esta ocasión el relato se centra en el componente físico de sexualidad. Los momentos cumbres son los encuentros íntimos donde se pretende sugerir más que mostrar de forma explícita, reivindicando una visión libre y sin prejuicios de este aspecto de la vida, del derecho a disfrutar en la forma elegida. En cierta manera buscan escandalizar a la sociedad de la época con su irreverencia y la proposición de nuevas formas de expresión sexual.
Se han escrito grandes obras con ésta temática como Lolita de Nabokov, En brazos de la mujer madura de Stephen Vizinczey, Historia de O, de Pauline Reage, los gamberros Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio de Henry Miller, Las edades de Lulú de Almudena Grandes y la más moderna Cincuenta sombras de Grey, de E. L. James.
Leer novela es, en definitiva, sumergirse en la ficción, en el genio creativo del escritor, transitar por mundos inventados, terribles o maravillosos, vivir otras vidas y recorrer parajes que nunca habríamos de transitar de otro modo. Un placer del que no podemos darnos el lujo de prescindir.
Y tú querido lector/a ¿cuál es tu novela favorita, qué género te engancha más?
Estaré atento a vuestros comentarios. Hasta pronto.
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Araceli Gonzalez says
Muy didáctico , me encanta la cita del final . No podemos prescindir de la lectura , sea del género que sea .
admin says
Así es. Alimento para el intelecto. Gracias por compartir Araceli.