Por @Inks.inspiration

Las cartas de amor nos suenan posiblemente a algo antiguo, de siglos pasados o quizá a algo más propio de adolescentes. Sin embargo, las iniciativas para intercambiar correspondencia tradicional se multiplican. Quizá una de esas cartas que escribimos este mes podría ser una carta de amor, San Valentín seguro que se alegrará.
Nos gusta escribir y a muchos nos gusta escribir cartas. Cartas al estilo tradicional quiero decir, en papel y a mano. Es una forma más de dar uso a nuestras plumas, papeles y tintas, de practicar nuestra caligrafía o mejorar nuestra escritura.
Escribir cartas nos pone en contacto con otras personas con las que compartimos afición, con las que terminamos intercambiando muestras de tinta o papel, sugerencias y recomendaciones – sobre papelería por supuesto – o simplemente charlando sobre el devenir de nuestras vidas.
Para ello nos apuntamos a intercambios de correspondencia o participamos en iniciativas como InCoWriMo (International Correspondence Writing Month). De esta forma terminamos fraguando amistades con personas de otras provincias, países o continentes, de edades y gustos dispares con las que sería difícil que hubiéramos coincidido nunca. Y con las que no hubiéramos mantenido charlas tan largas como la suma de líneas de correspondencia intercambiadas.
Algo más que una nota o un regalo
San Valentín, esa celebración del amor desprestigiada por su matiz comercial, nos persigue implacable desde finales de enero. Hacer un regalo a nuestra pareja o no en esta fecha, es una decisión muy personal, pero me atrevo a sugerir la idea de tener un detalle romántico en febrero y escribirle una carta de amor.
No es que necesitemos una excusa para ello, podríamos hacerlo en cualquier momento, pero ya que en casi todo el mundo se celebra San Valentín, no parece mala idea aprovecharlo. Al fin y al cabo, muchos escribimos a desconocidos ¿por qué no escribir a alguien muy conocido y querido?

Encontrando la inspiración
Toda carta conlleva su ritual, y entre ellos está elegir la tinta con la que vamos a escribir. Puede ser la que casualmente esté cargada en la pluma que vamos a utilizar, nuestro color de cabecera, o la última que ha llegado a nuestras manos y que estamos deseando probar. Puede ser una tinta que nos inspire para plasmar en papel lo que nos gustaría decirle a nuestra pareja.
El amor, ese sentimiento universal, inspira no pocas tintas muy apropiadas para la ocasión, la mayoría en tonos rojos, aunque sorprendentemente no todas. Montblanc nos invita a escribir nuestra carta de amor con sus tintas de la serie Love Letter, ambas en tonos rojos: Je t´aime y Love You, y Monteverde en su serie Emotions incluye la tinta Love también en rojo. Papier Plume también usa el amor para nombrar una de sus tintas rojas: Lover´s red.
La marca japonesa Bungu Box sin embargo, nos recuerda al primer amor con Hatsukoi First Love Sapphire en tonos azules. Un nombre sugerente, que fue el elegido porque esa fue precisamente la emoción que la tonalidad despertó en su creadora. Además es una tinta inspirada a su vez por una de las más apreciadas y buscadas: la ya descatalogada Penman Sapphire de Parker.
Quizá la inspiración para nuestra carta por San Valentín puede venir de la mano de William Shakespeare, autor de una de las obras clásicas de amor: Romeo y Julieta. La tinta con su nombre es marrón y está fabricada por De Atramentis.
Detalles románticos
Un detalle romántico ligado a San Valentín son las rosas rojas y los bombones. También inspiran tintas con las que podríamos escribir nuestra misiva como Valentine’s Chocolate, también de Bungu Box, en tonos marrones, o la tinta con perfume de rosas y color rojo intenso, Rouge en la serie Les Subtiles de Herbín.

Si hablamos de amor, no puedo evitar nombrar la tinta más romántica que conozco: Wedding Bell Blue de Organics Studio. En la caja se puede leer:
“Esta tinta es una oda al dicho: Algo antiguo, algo nuevo, algo prestado, algo azul” en referencia a las bodas. Esta tinta fue creada en honor de mi fabulosa esposa Tessa y nuestra boda el 6 de agosto de 2016”.
Organics Studio es una marca de tintas artesanales creada por Tyler Thompson y con sede en Maryland (Estados Unidos).
Tenemos variedad de colores para inspirarnos y poner en papel unas palabras de amor ¿Te animas? ¿Con qué color escribirías tu carta de San Valentín?

Mi nombre es Maria Eugenia Larrégola, me encontrarás en Instagram como @inks.inspiration. Aficionada, aprendiz y amante de plumas, tintas y papelería en general y sobre todo de las sensaciones que transmite plasmar en papel ideas, pensamientos o notas de trabajo con una estilográfica y algo de tinta.
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