.jpg)
Recorrido por los útiles de escritura que ha utilizado la humanidad desde la invención de este poderoso conocimiento. A pesar de que nos parezcan cosa del pasado, muchos continúan en uso hoy en día junto a los modernos bolígrafos, plumas y lapiceros.
Al tiempo que nos preocupábamos por encontrar una superficie donde escribir, también necesitábamos buscar los utensilios adecuados para la tarea. Estos, claro está, dependían del soporte disponible y el método de escritura usado… ¿o tal vez era la forma de escritura la que se configuró según los soportes e instrumentos de escritura al alcance?.
Del cincel a la estilográfica moderna y al bolígrafo, mucho hemos avanzado en materia de utensilios para facilitar la escritura. A través de ella somos capaces de trasmitir a los demás, incluso a las generaciones futuras, nuestros pensamientos y experiencias, y para ello hemos desarrollado herramientas cada vez más avanzadas.
Esta entrada no va a abarcar la escritura con máquina o con medios digitales, pues entendemos que es otro tipo de actividad que la escritura manual.
clasificación de las herramientas de escritura
De forma general, podemos clasificar los utensilios de escritura en dos tipos, según el tipo de soporte en que se vayan a utilizar. Así, tenemos los utensilios de escritura de punta seca (empleados para inscribir) y los utensilios para escritura con tinta (empleados para escribir).
Escritura en seco
Con estos instrumentos inscribimos, grabamos o esculpimos sobre soportes de diversa dureza; madera, hueso, piedra, arcilla o cera. Para ello se usaran herramientas como cinceles, buriles, sellos y estilos.
En las superficies más duras podemos obtener trabajos mucho más resistentes al paso del tiempo y las inclemencias que los obtenidos con escritura en tinta. Eso sí, a costa de mayor dificultad y esfuerzo en su realización.
.jpg)
Aunque la escritura por inscripción parece cosa del pasado, se emplea aún en nuestros días. Existe, por ejemplo, una forma especial de inscripción llamada pirograbado, en la que se escribe el soporte (generalmente madera) a través de una punta calentada a alta temperatura. Por no hablar de los diferentes elementos decorativos en piedra, cerámica, etc., que siguen mostrando este tipo de escritura.
Escritura con tinta
Con mucho, esta es la forma más común y extendida de escritura. Y es que la tinta ha sido seguramente el primer elemento del que se sirvió la humanidad para plasmar de manera duradera las ideas que constituyen su mundo. Los orígenes de su uso pueden remontarse a la pintura rupestre, en el momento en que el hombre primitivo empleo sus propias manos junto a pigmentos naturales para dibujar y escribir en las paredes de piedra de su morada símbolos y figuras asociadas a rituales mágicos y de caza.
.jpg)
A lo largo de la historia de la humanidad, hemos utilizado variados instrumentos para dibujar y trazar con tintas sobre madera, cerámica, lienzo, papiro, pergamino y papel, y así dejar nuestros pensamientos congelados en el tiempo. Para ello abandonamos la rudeza de nuestros dedos y empleamos los pinceles, el cálamo y las plumas de aves, para luego sustituirlos por el lápiz, la plumilla, la estilográfica y el bolígrafo.
instrumentos de escritura en la historia
El cincel
Utilizado para inscribir en piedra, el cincel es una herramienta contundente empleada para ranurar o desbastar el material en frío. Consiste de una barra metálica con una punta por un lado y una superficie plana por el otro, que se golpea con un mazo para erosionar el soporte y crear los trazos buscados.
El buril
Es un instrumento de metal con una punta cortada a bisel, mediante la cual puede inscribirse sobre un material adecuado —generalmente madera— mediante golpes o utilizando la presión de la mano. En la antigüedad, existieron versiones de esta herramienta en piedra y hueso.
El buril fue muy empleado para grabar en metales, en especial en adornos elaborados con oro y plata.
El estilo
El estilete o estilo es un instrumento de escritura en forma de vara pequeña, alargada y estrecha; con una punta afilada en un extremo y una superficie plana y circular en la otra. Mientras la punta era utilizada para inscribir en la cera, la parte plana se empleaba para aplastar las inscripciones y corregir el texto.
Este instrumento fue empleado por la civilización minoica de Creta desde el segundo siglo XV a.C. para inscribir en tablillas de madera recubiertas en cera. Contrariamente a lo que se piensa, este tipo de escritura no solo tuvo su auge durante los imperios griegos y romanos, sino que el uso del estilo y las tabas de cera perduró hasta los albores del siglo XIX.
El estilo o estilete también tienen una variante moderna, empleada para escribir o dibujar con mayor precisión en las pantallas de los dispositivos táctiles.
El pincel
Aunque su utilización se asocia más frecuentemente con la pintura, el pincel fue quizás el primer instrumento de escritura con tinta. Existen evidencias arqueológicas de pinceles de hace más de 12.000 años de antigüedad elaborados con plumas o pelos de animal atados a un palo con cuerda. En estas cerdas los pigmentos quedan atrapados al mojarse en ellos, pudiendo luego transferirse al soporte elegido.
.jpg)
Aún persiste hasta nuestros días el pincel de tinta como instrumento de escritura, utilizado frecuentemente en Asía para la realización de ideogramas, técnica elevada al nivel de verdadero arte.
El cálamo
Su uso se extendió en el Antiguo Egipto debido a la abundancia de materia prima, y es que el cálamo no más que una caña hueca y delgada, con un extremo cortado a bisel.
Debido a que es hueca en su interior, puede absorber y almacenar cierta cantidad de tinta gracias a la capilaridad, con lo cual el escribano podía escribir mayor cantidad de trazos sobre el soporte de escritura —papiro, pergamino o papel—. El cálamo para escribir se empleó en Europa hasta el siglo XII, siendo sustituido paulatinamente por la pluma de ave que posibilitaba trazos más definidos y no perdía el ángulo del corte con tanta rapidez.
La pluma
Su uso para escribir se basa en el mismo principio del cálamo pues las plumas de las alas de las aves también son huecas en su interior. Se conoce que fueron empleadas para la escritura en papiros del Antiguo Egipto, aunque su uso en Europa no se popularizó hasta el siglo VI.
Para la escritura se empleaban plumas de cisnes, cuervos, ocas, patos y pavos. El extremo dónde la pluma se inserta en el ala se cortaba en forma de bisel con un instrumento llamado cortaplumas, para mantenerlo afilado y que el trazo fuese fino y regular.
Plumas y cálamos cayeron en desuso con la aparición del plumín de acero.
El plumín de acero
Patentado en 1803 por el ingeniero inglés Bryan Donkin, el plumín o plumilla imita las capacidades del cálamo y la pluma de ave, evitando a su vez las desventajas de aquellos.
También se basa en el principio de la capilaridad y necesita remojar la punta en un recipiente que contenga la tinta. No obstante, los materiales de fabricación son mucho más duraderos.
La pluma de acero se popularizó a partir del 1829 y dio sin dudas un fuerte impulso a la palabra escrita en todo el mundo, instaurándose como el instrumento de escritura por excelencia por casi una centuria, hasta ser desplazado por la pluma estilográfica en la década de 1920. No obstante, la plumilla es aún utilizada en dibujo técnico y artístico, así como para realizar ciertas “manos” de caligrafía.
La pluma estilográfica
La pluma estilográfica es, básicamente, una plumilla a la que se le añade un generoso depósito de tinta que aumenta en gran medida su autonomía.
De nuevo la capilaridad es esencial, aunque debido a la mayor complejidad del instrumento, se requiere una precisión técnica que, de hecho, se tardó varias décadas en alcanzar.
Aunque se conoce que ya existía una pluma con depósito de tinta en el siglo X, la primera patente de algo que asemejaba a una estilográfica moderna se otorgó en Francia a Petrache Poenaru en 1827, aunque los problemas de flujo todavía eran frecuentes.
.jpg)
Fue Lewis Waterman, quién a finales del XIX creó un nuevo diseño que permitía que el aire penetrase en la carga de tinta forzando a ésta a fluir, solventando definitivamente los problemas de flujo y catapultando a la estilográfica al puesto de instrumento de escritura más avanzado (y distinguido), que ocupó hasta la llegada del bolígrafo.
No obstante, la pluma aún conserva una legión de seguidores que valoran sus capacidades únicas, su belleza o perfección técnica.
El bolígrafo
Popularizado en la década de 1950, el bolígrafo emplea tinta sólida (con base aceitosa) como pigmento para escribir, que se distribuye a través de un sistema de bola en la punta que va “arrastrando” la tinta del interior hasta el exterior, quedando impregnado así el papel.
El padre del bolígrafo moderno es el húngaro nacionalizado argentino Ladislao Biro, quién lo patentó en Hungría y Francia en 1938.
Con una nueva patente argentina en 1943, Biro y su socio de negocios Juan Jorge Meyne lanzan en bolígrafo Birome, para luego transpasar la licencia del mismo a la firma norteamericana Eversharp, rápidamente adquirida por la Parker Pen Company. También se hizo con la patente el francés Marcel Bich en 1951, que produjo el famoso bolígrafo Bic.
.jpg)
Barato y fiable, el bolígrafo representó una verdadera revolución en el modo en que escribimos hasta la actualidad, generalizando el acceso a la escritura.
El lápiz
Una mención aparte es necesaria para hablar del lápiz. Este no emplea tinta sino una sustancia denominada grafito, cuyas propiedades se descubren por primera vez en 1564 en Seathwaite Fell, Inglaterra.
Los granjeros que dieron con los depósitos del mineral se percataron que eran muy útiles para marcar ovejas, pero el grafito es muy frágil, así que decidieron envolver barritas aserradas del material en cordeles de lana para utilizarlos, creando el primer precursor del lápiz.
No es hasta 1760 que una pareja de carpinteros italianos, Simonio y Lyndiana Bernacotti, emplearon un armazón de madera para contener la mina de grafito. Más tarde, en 1850, Hymen Lipman patentó la idea de colocar la goma de borrar en el otro extremo del lápiz.
Eso y el descubrimiento de técnicas mejoradas para la producción de la mina, mezclando grafito y arcilla en proporciones variables, dio origen al lápiz tal como lo conocemos y utilizamos. Como curiosidad, en el mundo se fabrican 18 mil millones de lápices por año, lo que equivale a 500 unidades por segundo.
El portaminas
No puede hablarse del lápiz sin mencionar al portaminas o lápiz mecánico. Esta herramienta de escritura se basa en una mina de grafito que se expulsa por la punta de forma mecánica, con un sistema similar al empleado para descubrir la punta de los bolígrafos retráctiles.
Este instrumento, fue patentado originalmente en 1822 por los ingleses Sampson Mordan y John Hawkins, pero el sistema de exposición de la mina fue mejorado a lo largo de los años. El auge del portaminas tuvo su máximo nivel en Japón a partir del 1915, con el Ever-Sharp Pencil (lápiz eternamente afilado).

Como vemos, hay multitud de instrumentos de escritura, cada uno adaptado a ciertas necesidades o capacidades tecnológicas. No obstante, muchos de ellos se han seguido utilizando ininterrumpidamente por milenios, a pesar de los nuevos descubrimientos. Sí, aún tenemos escritores, o más bien calígrafos, escribiendo con pincel, pluma de ave o cálamo. ¿Y que mejor forma de inscribir en piedra que con un cincel?
Si te parece, querido lector/a, nos cuentas que te ha parecido este artículo, si te ha sorprendido algún dato… e incluso si te animarás a probar a escribir con algún nuevo instrumento.
Hasta la próxima vez que se crucen nuestros caminos.
Me llamo Álex Padrón y soy un escritor compulsivo: a mano, a máquina, en ordenador, en mi cabeza…lo que importa es seguir contando historias. Y si no estoy escribiendo, lo más posible es que lea. ¡Nos vemos en mi choza!
Muy bueno, interesante e ilustrativo el artículo, es apasionante ver la evolución de la escritura, desde sus remotos tiempos a la fecha. espectacular
Muchas gracias, la verdad es que es un apasionante recorrido.
Hola! Muy bueno tu artículo. Soy brasileña y quisiera citarlo en un trabajo para un congreso en Colombia. Cuál es su autoría, por favor?
Nos alegramos de que te haya gustado el artículo. Como puedes ver al final del mismo, su autoría corresponde a Álex Padrón. Tienes un enlace a su página personal si necesitas consular más detalles.
Muy interesante este artículo, comento que escuche que el hebreo se escribe de derecha a izquierda porque se originó con la piedra como soporte, quisiera su opinión al respecto
¡Celebro que te guste! Sobre lo que comentas del hebreo no tengo información, la verdad.