Esta es la principal clasificación de la letra que usaremos al escribir. Ahora bien, si estás pensando en adoptar un nuevo tipo, puede que te preguntes cuál es la más habitual, elegante, expresiva o ágil.
Te adelanto que en los últimos años lo más común es ver por doquier letra redonda o de imprenta, en buena parte debido a la desaparición de la letra cursiva en los planes de enseñanza. No obstante cada modalidad tiene características que nos pueden resultar atractivas. Vamos a verlo.
LETRA DE IMPRENTA O REDONDA
Es la letra “normal”, por habitual. Aquella que se suele usar en la escritura diaria y en formularios oficiales/comerciales de todo tipo. Se caracteriza por:
- No existe ligado entre sus letras, es decir son inconexas.
- Sencillez en sus formas básicas, prescindiendo de elementos ornamentales.
- Letra bien definida y fácil de entender.
letra cursiva o itálica
La letra cursiva se ha ido impregnando de un aroma clásico y evocador, cómo todo aquello que parece ser un bonito vestigio del pasado destinado a la desaparición. No obstante, cómo muchas de esas prácticas la escritura en cursiva ha recobrado el interés de quienes buscan una forma diferente de hacer. Ésta modalidad se define por:
- Escritura fluida. Toda la palabra se escribe con el mismo trazo.
- Gran expresividad y personalidad. Elegancia clásica.
- Requiere más esfuerzo para lograr control y buena legibilidad.
También podemos leer sobre letra ligada, que se refiere a la que teniendo esta característica no muestra inclinación en las letras. No entraría pues ni en la categoría de letra de imprenta ni en la de cursiva (aunque haya quién las use como sinónimos).
letra mixta
Realmente no es una clasificación adicional, sino una mezcla entre las dos categorías estrictas que acabamos de ver, más asociada a la práctica real. Así, muchas personas realizan una escritura en la que usan algunos ligados, allí donde resulta más cómodo, mientras que otras letras se escriben de forma individual. Pura adaptación.
Según ciertos estudios ésta forma más personalizada (y menos ortodoxa) podría resultar la más rápida. Aprender las dos formas de escritura podría ser, por tanto, lo más eficiente para lograr una modalidad personal que busqué el mayor rendimiento.
Cómo ves, a pesar de los intentos de clasificación la escritura, algo tan vivo, en ocasiones rebasa esos márgenes.
Lo mejor es fiar nuestra elección a sensaciones y gustos. Elegir la que más encaje con nosotros en éste momento o para una tarea determinada (¿una letra especial para escribir cartas?) e ir poco a poco encontrando su mejor versión.
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